La impresión 3D ha crecido de forma acelerada en los últimos años y, como resultado, la manufactura aditiva ya es una realidad en diferentes industrias y sectores.

En líneas generales, es una tecnología que ha traído eficiencia, agilidad, seguridad, practicidad y, sobre todo, resultados a los procesos de producción y las operaciones.

Esto la ha convertido en una gran aliada para gerentes de diseño y otros expertos y profesionales que lideran de forma directa diferentes etapas o tareas de los proyectos de manufactura.

Si aún no has implementado la impresión 3D en tu empresa y, antes de hacerlo, quieres conocer casos de éxito y resultados concretos en diferentes sectores, ¡este artículo es para ti!

En las próximas líneas, te mostraremos los resultados y beneficios que ha traído esta tecnología a 5 grandes industrias de relevancia global.

1. Construcción

La tecnología BIM y otras herramientas que se relacionan o trabajan de la mano con la impresión 3D están transformando y optimizando el sector de la construcción a nivel mundial.

En diferentes países de Asia, por ejemplo, la estructuración de casas en 3D y la fabricación aditiva con impresoras gigantes, que mezclan materias primas recicladas y cementos de secado rápido, ya es una realidad en algunos sofisticados proyectos.

También, esta tecnología se ha empleado para agilizar diversas obras civiles, destinadas a mejorar y modernizar espacios públicos.

Un conocido caso de esta aplicación es un puente peatonal en el parque urbano Castilla-La Macha de Madrid, que fue impreso en su totalidad en tercera dimensión. Esto ocurrió en 2016 y, desde entonces, en el país se han desarrollado muchos proyectos similares.

Mientras tanto, en Ámsterdam, en 2014, la tecnología e impresión 3D se empleó para construir un canal que sirve para transportar mercancías y realizar paseos dentro de la ciudad. Para hacerlo, se utilizó un brazo impresor conocido como Kamermaker.

2. Industria automotriz

En esta industria no solo se puede aplicar el diseño y modelado 3D para realizar prototipos y simulaciones virtuales, que permiten detectar fallas y problemas con anterioridad, si no que hoy en día ya es posible desarrollar todo el proceso de producción en 3D, incluyendo, en consecuencia, la impresión.

El primer coche fabricado en serie con impresora 3D fue el Strati, en 2014, de Local Motors, un modelo eléctrico y de dos plazas.

Si bien la tecnología 3D ha avanzado mucho desde ese momento hasta la actualidad, las fabricaciones de este tipo aún no son comunes en el mercado. Hasta ahora, esta herramienta se emplea como complemento y trabaja de la mano con brazos robóticos y otros recursos esenciales de la industria automotriz.

En cambio, se ha extendido con mayor impacto la utilización de la impresión 3D para la fabricación de repuestos y partes de reemplazo de diferentes autos, debido a que es una alternativa mucho más rápida y que, además, facilita la estandarización tan necesaria en el sector.

También, esta forma de producción ayuda a reducir los desperdicios, incrementando la rentabilidad de la industria de autopartes y repuestos.

3. Medicina

La medicina es un área en la cual los estudios e investigaciones están en constante desarrollo.

Especialistas, organizaciones y empresas conviven en un entorno altamente académico, orientado a conocer más sobre patologías, tratamientos, intervenciones y efectos de compuestos químicos y medicinas, entre otras cosas.

Precisamente, la impresión 3D favorece que esta industria puede mantener el foco en la adquisición de conocimientos científicos, que a su vez se traduzcan en una mayor capacidad de protección de la salud humana.

Por ejemplo, gracias a esta tecnología, se pueden hacer diseños e impresiones precisas con mayor agilidad y efectividad, que ilustren y simulen todo tipo de órganos o condiciones del cuerpo humano.

Así, se incrementa el alcance de los estudios prácticos y se establecen modelos de pruebas mucho más ajustados a la realidad, que ayudan a llegar a conclusiones con mayor rapidez y eficiencia.

Sumado a esto, por medio del 3D se pueden establecer modelos, datos de escaneo y otros recursos para la planificación quirúrgica y, en general, que sirvan de guía para los especialistas en diferentes intervenciones.

4. Transporte terrestre, aéreo y marítimo

Que ya sea posible fabricar vehículos con la impresión 3D no es la única implicación de esta tecnología en el transporte.

También, en sectores como la aeronáutica, esta herramienta tiene un gran alcance a la hora de crear prototipos y modelos de prueba para simular su uso y, de esa manera, medir de manera precisa estándares de seguridad, resistencia y comportamiento ante diferentes eventos y situaciones.

Aparte, la extensión de esta tecnología ayudará a que empresas de autotransporte tengan rápido acceso a repuestos e, incluso, puedan imprimirlos directamente gracias patrones y modelados preestablecidos.

Esto garantiza la continuidad operacional y puede ayudar a reducir de manera considerable los costos en mantenimiento y reparación.

5. Alimentación

Sí, la impresión 3D también está presente en la comida. Aunque no es una práctica extendida, ya se han fabricado postres y otros productos en 3D.

No obstante, el mayor impacto de esta tecnología en la industria es la rápida estructuración y fabricación de diferentes máquinas que optimizan y estandarizan los procesos de producción, permitiendo adecuarse en los altos estándares de calidad de un sector con repercusión directa en la salud humana.

También es una tecnología de apoyo para pruebas y simulaciones, que permiten crear prototipos de alimentos y productos para evaluar formas, pesos y otros factores de interés.

En conclusión, la impresión 3D es una fuente de optimización tangible para diferentes industrias, que permite modelos de producción de mayor eficiencia en cuanto a ciclos de tiempo, estandarización y estándares de calidad, entre otros puntos clave.

Si ya practicas la ingeniería digital, incluir este tipo de tecnología puede ser ese paso diferencial que lleve a tu empresa hacia la transformación y un esquema de diseño y producción mucho más funcional.

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