Sería imposible hablar de la academia 4.0 sin nombrar los simuladores de aprendizaje virtual, una metodología que con el pasar de los años se ha convertido, no solo en más útil, también mucho más interactiva.

En términos generales, un simulador no es más que un sistema o aparato que tiene la capacidad de replicar o recrear el comportamiento de un proceso, generando un escenario que se asemeja o replica la realidad.

Si bien se suele asociar son el entretenimiento, se trata de una tecnología que cumple con muchos otros fines y que está presente en áreas claves para la vida diaria, como la educación y la industria, por ejemplo.

En este post te hablaremos sobre el alcance de esta herramienta y los alcances de los simuladores de aprendizaje virtual.

Una herramienta que atrae a los estudiantes

En una publicación de la Universidad Nacional de La Plata, en Argentina, se explica que ese programa pionero sirvió para crear videojuegos vinculados a la aviación. Y es precisamente ese carácter lúdico lo que hace que los simuladores sean atractivos para muchos estudiantes y formen parte de una nueva tendencia educativa.

En resumidas cuentas se podría definir a los simuladores de aprendizaje virtual como un compendio de algoritmos (codificación informática) que integran un programa que brinda la posibilidad de hacer prácticas profesionales con características parecidas a las de la realidad.

Se comenzó a usar con la llegada del milenio, cuando el acceso a equipos de computación fue más universal. Algunos contenidos de materias incluían ejercicios que tenían que ser ejecutados de forma virtual y donde además se generaba una respuesta.

Allí radica la diferencia de este método. Es que en el proceso enseñanza-aprendizaje hay una palabra clave, que muchos docentes y facilitadores manejan muy bien: aprehender. La motivación que genera la participación permite a quien asiste a una clase a adquirir conocimiento de forma casi empírica. Imagínate todo esto, pero con la ayuda del especialista, es decir, quien imparte el conocimiento.

Desde el punto de vista cognitivo, el estudiante activa la intuición y la imaginación al usar simuladores de aprendizaje virtual. Los expertos señalan que los gráficos y la interfaz motivan a activar la memoria de largo plazo. Las personas suelen retener imágenes y actividades motrices con mayor facilidad.

La transferencia de conocimientos en un entorno simulado del mundo real es el objetivo principal de esta metodología que se aplica perfectamente en el mundo de hoy, cuando la presencialidad no es un requisito indispensable para poder tomar un curso o cumplir con las metas trazadas en la escuela y a nivel universitario.

¿Por qué es recomendable el uso de simuladores de aprendizaje virtual?

Durante años, la pedagogía ha usado el Cono de Aprendizaje de Égdar Dale para entender un poco cómo es el proceso de enseñanza. Pese a que en la actualidad se ha ido transformando la manera de impartir conocimientos, en esencia, esta gráfica también incluye a los simuladores en una de sus fases.

Escuchar, leer, ver, discutir, dramatizar, simular y hacer. Ese sería el orden que se viene dando de este esquema en los últimos 10 años. El ingreso de la tecnología y otros recursos han permitido ampliar los horizontes no solo a los docentes, también a los alumnos, quienes consiguen en la interacción la motivación que quizás necesitaban.

Entonces es normal encontrar una práctica de Laboratorio de Química a través de un programa que permita realizar los experimentos con un simulador donde se ejecute el uso de la pipeta y sustancias, hasta lograr una fórmula.

También se conoce de la capacitación a personal de las empresas industriales con programas que figuran situaciones y permiten el uso de herramientas para poder resolver una situación. Esto suma mucho a las competencias de las industrias, porque es posible anticipar una actuación en momentos de conflicto.

El mundo digital también brinda la posibilidad de interactuar en escenarios que quizás son peligrosos y que pondrían en riesgo a una persona que está en proceso de formación y a los que integran la escena. Ejemplo, los bomberos, personal paramédico y hasta de seguridad. En este caso, simular y hacer, como dice el cono, están de la mano.

Usar los simuladores siempre dará beneficios

Los facilitadores, docentes o moderadores del proceso formativo, sobre todo en la academia 4.0, pueden ya atribuir algunos beneficios a los simuladores de aprendizaje virtual. Nosotros te mostramos algunos con los que seguramente te sentirás identificado o atraído.

1. Quizás una característica importante de esta innovación en el proceso de enseñanza es la eliminación de riesgos. Esto quiere decir que muchas veces se generaban problemas vinculados al manejo de algunas situaciones, que derivaban en conflictos. Estos programas cuentan con la posibilidad de hacer seguimiento por parte de un guía, que, de forma simultánea, puede intervenir en el ejercicio.
2. Muchas veces las prácticas en aulas o en salas virtuales no permitían el desarrollo de la competencia individual. Los simuladores brindan la ventaja al estudiante de desarrollar independencia en la ejecución de cualquier desarrollo de contenido. Con esta metodología, se genera un cambio seguro para el aprendiz, que pasa de ser sujeto pasivo a tener participación activa.
3. Cuando el estudiante se enfrenta a una situación, en este caso simulada, está obligado a ejecutar los conocimientos aprehendidos. Por esa razón, debe tomar decisiones y asumir las consecuencias. Quizás sea este el punto más importante de la integración de esta tecnología al proceso formativo, porque permite en práctica darse cuenta, tanto a los alumnos como al docente, si los objetivos han sido logrados.
4. Cuando te hablábamos de la intervención simultánea de un guía en el programa digital, no solo sirve para evitar los riesgos, también es muy importante su estancia para practicar una retroalimentación o feedback, un aspecto importante de la comunicación efectiva. Permite no solo corregir, también ayudar a avanzar y superar obstáculos.
5. El último beneficio es la transferencia de contenidos. Un simulador de aprendizaje virtual está hecho para generar actividades que deberás realizar en la vida real. Por eso es necesario entender que no se trata de solo una herramienta lúdica. Es una tecnología que nos permitirá ejecutar procedimientos correctos al momento de enfrentarse a alguna situación que lo demande.

Cuando se trata de enseñar, es necesario estar siempre actualizados con las tendencias que favorecen a la relación alumno-maestro. Los simuladores de aprendizaje virtual sirven para ejercitar la teoría que vemos en los módulos de clases. Brindan un sitio seguro de interacción para todos los que actúan en las academias.

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